Salud

¿Afecta Nuestro Estilo de Vida el Comportamiento de los Genes?

Comportamiento de los Genes

Nuestro entorno y estilo de vida pueden afectar la función de nuestros genes sin alterar el código genético.

Naturaleza vs. Nutrición: ¿Qué alimenta la obesidad y la diabetes?
‘La Naturaleza contra la Nutrición’, es una frase con la que muchos de nosotros estamos familiarizados. Nuestros genes son responsables de muchos de nuestros rasgos, pero las influencias de la nutrición o del medio ambiente seguramente tienen un papel importante que desempeñar.

Cuando se trata de obesidad y la diabetes tipo 2, es fácil seguir una línea de pensamiento directa.

Si constantemente consumimos más calorías de lo que quemamos cada día, aumentamos de peso, y esto nos predispone a desarrollar diabetes tipo 2.

Nuestras células grasas y el páncreas se recuperan una vez que cambiamos nuestro estilo de vida y perdemos peso. Sin embargo, esta simple ecuación nos deja con muchas preguntas sin respuesta.

¿Por qué algunas personas pierden peso más rápido que otras, incluso si siguen la misma dieta o régimen de ejercicio? ¿Por qué algunas personas desarrollan diabetes tipo 2 y otras no, incluso cuando su riesgo genético es similar?

La Epigenética puede contener las respuestas a algunas de estas preguntas. Una rama relativamente joven de la genética, la epigenética es el estudio de los cambios en la función de los genes sin ninguna alteración en el código genético, o el genoma en sí.

¿Pueden la epigenética explicar los crecientes índices de obesidad y diabetes tipo 2?, pues bien, los epigenomas son individuales y dinámicos y las modificaciones epigenéticas son una forma de influir en la forma de una función génica.

La metilación del ADN es un tipo de modificación epigenética. Ocurre cuando pequeñas etiquetas químicas llamadas grupos metilo, se adhieren a las bases de la citosina en el código de ADN. Esta metilación desactiva un gen.

Heredamos algunos marcadores epigenéticos de nuestros padres, pero muchos ocurren espontáneamente y cambian durante nuestra vida formándonos a cada uno de nosotros con un epigenoma único.

Charlotte Ling, profesora del Centro de Diabetes de la Universidad de Lund, explica en un comunicado de prensa que «la epigenética sigue siendo un campo de investigación relativamente nuevo; sin embargo, ahora sabemos que los mecanismos epigenéticos desempeñan un papel importante en el desarrollo de las enfermedades».

En el documento, Ling explica que los investigadores han encontrado varias modificaciones epigenéticas en todo el genoma que podrían predecir el índice de masa corporal de una persona, hasta cierto punto.

Al comparar los sitios de metilación del ADN en los islotes pancreáticos (las estructuras que producen insulina) de las personas con diabetes tipo 2 y las que no tienen la condición, un estudio identificó casi 26,000 regiones que eran diferentes entre los dos grupos.

Sin embargo, Lind aconseja precaución, ya que no está claro en este punto si estos cambios son la causa o el efecto de la diabetes tipo 2.

Nuestro entorno y estilo de vida

Dieta, ejercicio y envejecimiento.

Hay mucha evidencia que vincula la obesidad y la diabetes. Con dietas occidentales que contienen altos niveles de grasa y azúcar. Los estudios epigenéticos nos pueden decir por qué.

«Una sobrealimentación de 5 días con alto contenido de grasa en la dieta, que imita la dieta observada en muchas personas obesas, cambió tanto la expresión de los genes como los patrones de metilación en el músculo esquelético humano y el tejido adiposo», explica Ling.

«Es importante destacar que parecía más fácil inducir cambios de metilación mediante la sobrealimentación, que revertirlos con una dieta de control», continúa.

El ejercicio también afecta al epigenoma. Tanto las sesiones individuales como el ejercicio a largo plazo cambiaron la metilación del ADN en el músculo esquelético y la grasa, pero los objetivos genéticos fueron diferentes.

«La epigenética puede explicar por qué diferentes personas responden de manera diferente al ejercicio», comenta Tina Rönn, autora del estudio e investigadora postdoctoral que trabaja con Ling.

A medida que envejecemos, nuestro epigenoma continúa alterándose, apuntando con el dedo al envejecimiento como un factor determinante de los cambios epigenéticos. La investigación relaciona la obesidad con la deriva epigenética a medida que una persona envejece, pero ahora no está claro cómo o por qué sucede esto.

¿Qué pasa con la próxima generación?

Los estudios en roedores muestran que una generación puede pasar algunos marcadores epigenéticos asociados con la obesidad y la diabetes tipo 2 a la siguiente generación. En los seres humanos, este tipo de investigación está en su infancia, pero están surgiendo algunos resultados interesantes.

En un estudio, los hijos de madres que tenían diabetes tipo 2 durante el embarazo, tenían un mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2 más tarde que los niños de madres sin diabetes.

Varios estudios muestran que cuando las madres experimentan hambruna durante el embarazo, sus hijos tienen un mayor riesgo de obesidad e intolerancia a la glucosa, posiblemente debido a cambios en la metilación del gen de la leptina.

Sin embargo, no solo las madres dejan su huella en el epigenoma de la próxima generación. El esperma de los hombres obesos tiene patrones únicos de metilación del ADN, que cambian después de la cirugía bariátrica.

¿Qué significa esto para nuestra salud?

Ling y Rönn sugieren utilizar la metilación del ADN en sitios de riesgo conocidos en el genoma como biomarcadores para ayudar a identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2.

Con la ayuda de mejores biomarcadores, puede ser posible mostrar sitios de metilación del ADN que son factores de riesgo significativos y luego usar agentes farmacológicos para cambiar el patrón de metilación.

Tales drogas epigenéticas, de hecho, ya existen, y los científicos las han probado en otras afecciones, como ciertos tipos de leucemia.

Un estudio reciente mostró que el tratamiento con un tipo de fármaco epigenético, un inhibidor de la histona deacetilasa llamado MC1568, mejoró la secreción de insulina en islotes pancreáticos que donaron las personas con diabetes tipo 2.

Es importante recordar que la metilación del ADN es solo un tipo de modificación epigenética. Con el campo de investigación emergiendo lentamente desde su infancia, es probable que haya algunos descubrimientos interesantes en el horizonte.

Queda por ver si resolverá el debate de una vez por todas sobre la naturaleza frente a la nutrición en la obesidad y la diabetes tipo 2.

 

Fuente: Yella Hering-Martin, PhD.

 

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