Los términos a menudo se usan indistintamente para referirse a un profesional de salud mental capacitado en la terapia conversacional.

El mundo de la salud mental utiliza muchos títulos profesionales que suenan similares y pueden ser confusos, incluso para los profesionales de la salud mental. Con este artículo abordaremos algunas de las definiciones básicas que a menudo confunden a los que no conocen estas diferencias clave – terapeuta, consejero, terapia, y el coaching.

¿Cuál es la diferencia entre un terapeuta y un consejero?

Antes de entrar demasiado en los aspectos técnicos, diremos primeramente que: Hoy en día, no hay mucha diferencia entre un terapeuta y un consejero. Los términos a menudo se usan indistintamente para referirse a un profesional de salud mental capacitado en conversaciones de sanación, uno que puede evaluar, diagnosticar y tratar la gama completa de trastornos mentales y emocionales.

Sin embargo, si desea obtener conocimientos técnicos, los términos tienen orígenes algo diferentes y también percepciones muy diferentes.

Terapeutas

Un terapeuta, como se usa en el mundo de la salud mental, generalmente significa un psicoterapeuta, uno que ha sido entrenado en el uso de técnicas psicoterapéuticas para tratar enfermedades mentales. Los terapeutas utilizan una amplia gama de teorías y perspectivas en ese tratamiento. Muchos estados de los Estados Unidos consideran que los psicólogos, los trabajadores sociales clínicos, los terapeutas matrimoniales y familiares y los consejeros de salud mental son «psicoterapeutas» según la ley estatal, y algunos estados agregan otros tipos de licencias a esa lista. La psicoterapia es ese campo de trabajo específico que emerge de la psicología, el estudio de la mente.

Consejeros

Un consejero es alguien que ha estudiado específicamente el asesoramiento, que tiene orígenes algo diferentes. El asesoramiento (una vez más, como se usa en el mundo de la salud mental) surgió del movimiento de orientación infantil y de la investigación centrada en el desarrollo humano. Como profesión con licencia por separado, el asesoramiento en salud mental es relativamente joven, y la mayoría de las leyes estatales con licenciamiento entraron en vigor solo en los últimos 30 años. Los consejeros de salud mental pueden recibir capacitación en áreas como la orientación profesional en la que los terapeutas más tradicionales pueden no estar capacitados.

Dicho todo esto, hay mucha más superposición que diferencia. Y donde existen diferencias, son tendencias, no garantías.

Los consejeros de salud mental generalmente tienen licencia a nivel de maestría, aunque algunos también tienen doctorados. Algunos psicólogos tienen títulos específicamente en psicología de asesoramiento y pueden referirse a sí mismos como consejeros.

¿Cuál es la diferencia entre la terapia y el coaching?

Muchos terapeutas se están diversificando en los servicios de coaching, y muchos coaches anuncian servicios que se parecen mucho a la terapia. ¿Cuál es la diferencia entre terapia y coaching?

Tareas fundamentales

La diferencia más básica está en lo que hacen estas profesiones. Los terapeutas evalúan, diagnostican y tratan las enfermedades mentales. Como tal, los terapeutas a menudo centran su trabajo en identificar y reducir los síntomas.

Los coaches motivan y alientan a las personas a alcanzar objetivos específicos. Debido a que no implica identificar y reducir los síntomas, los coaches a menudo describen su trabajo como de naturaleza más positiva.

Por supuesto, hay superposición -; muchos terapeutas centran la atención en las fortalezas y recursos del cliente, y muchos coaches apuntan a reducir y resolver los problemas que se interponen en el camino y lograr que los clientes logren sus objetivos.

Regulación

Los estados regulan fuertemente la terapia. Los terapeutas generalmente deben tener licencia o trabajar bajo supervisión, y la licencia requiere un título de posgrado junto con una experiencia adicional significativa. Los consumidores que creen que su terapeuta se comportó de manera no profesional pueden presentar una queja ante la junta estatal de licencias del terapeuta, que tiene el poder de investigar y disciplinar a los licenciatarios.

El coaching, por otro lado, no está regulado en gran medida. Cualquiera puede llamarse a sí mismo un «coach» y abrir un negocio de coaching, independientemente de su capacitación o experiencia. Si bien el coaching es un campo legítimo con una creciente base de investigación y un código de ética, la adhesión a ese código de ética es completamente voluntaria.

Mercadeo

Algunos terapeutas encuentran que comercializar sus servicios como «coaching» les permite llegar a clientes a los que de otra manera no llegarían. Algunos consumidores son reacios a asistir a la terapia, pero están dispuestos a reunirse con un coach. Además, debido a los desafíos legales involucrados con la terapia a través de las líneas estatales (las leyes de licencia son diferentes de un estado a otro, y muchos estados efectivamente no permiten que la Tele salud sea proporcionada por terapeutas con licencia en otro estado), algunos terapeutas buscan expandirse en su alcance geográfico al ofrecer servicios en un marco de coaching en su lugar.

Debido a que el coaching está menos regulado, algunos terapeutas que son disciplinados por sus juntas de licencias estatales eligen optar por el coaching. Un estudio de 2016 de terapeutas a los que se les disciplinó o revocó sus licencias descubrió que todos los participantes en el estudio cuyas licencias habían sido revocadas por mala conducta simplemente habían pasado al coaching.

En última instancia, ambas profesiones tienen valor, y el trabajo puede parecer bastante similar entre la terapia y el coaching. Pero una vez que la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad mental están involucrados, ese trabajo se convierte en terapia.

Fuente: Dr. Ben Caldwell

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