Salud

Las Carnes Rojas y Procesadas: ¿Son Tan Malas Como Se Piensa?

Nuevos estudios apuntan a que no es necesaria una reducción drástica de la eliminación de carnes rojas y procesadas de su dieta.

Con un fuerte aumento en la popularidad del vegetarianismo, el veganismo y todo tipo de dietas crudas, el temido monstruo conocido como carne roja se ha convertido en algo que debe evitarse. Incluso las personas que consumen carne han sido advertidas durante años para que limiten su consumo de carne roja y aún más, el consumo de carnes procesadas. Pero ¿qué pasaría si algo de la «ciencia» detrás de este razonamiento, fuera más parcial que un hecho?

Estudios recientes publicados en la revista médica Annals of Internal Medicine parecen que cambiarán el refrán que lo tiene condicionado, de que la carne roja y las carnes procesadas lo matarán. El artículo titulado Consumo de Carne y Salud: Alimentos Para Pensar, establece que “el campo de la epidemiología nutricional está plagado de estudios observacionales que han realizado análisis inadecuados, acompañados de conclusiones probablemente erróneas.”

Este artículo critica revisiones anteriores de carnes rojas y carnes procesadas por incluir riesgos para la salud, asociados con el consumo de tales alimentos que otras revisiones no hacen, y a pesar de que todos están utilizando los mismos conjuntos de datos. Dichas revisiones que usan términos como, las carnes rojas son «probablemente cancerígenas» y «podrían» provocar cáncer de colon; son problemáticas.

Un estudio reciente titulado Carnes rojas sin procesar y consumo de carne procesada: recomendaciones dietéticas del Consorcio de recomendaciones nutricionales (NutriRECS) sugirió en sus hallazgos que, los panelistas nutricionales votaron a favor de recomendar a los adultos mayores de 18 años que continúen su consumo regular de carne roja y carnes procesadas.

Sus hallazgos incluyen lo siguiente:

La justificación de nuestra recomendación de continuar en lugar de reducir el consumo de carne roja sin procesar o carne procesada, se basa en los siguientes factores. Primero, la certeza de la evidencia de los posibles resultados adversos para la salud, asociados con el consumo de carne fue de baja a muy baja, respaldada por las estimaciones de efectos similares para el consumo de carne roja y carne procesada de estudios de patrones dietéticos, que de estudios que abordan directamente la ingesta de carne roja y carne procesada. En segundo lugar, hubo una reducción de riesgo absoluto muy pequeño y a menudo trivial, basada en una disminución realista de 3 porciones de carne roja o procesada por semana. En tercer lugar, si el efecto de exposición muy pequeña es cierta, dado el apego de las personas a su dieta a base de carne, es probable que la reducción del riesgo asociada no proporcione suficiente motivación para reducir el consumo de carne roja o carne procesada en personas completamente informadas; y la débil, en vez de la más fuerte recomendación, está basada en la gran variabilidad de los valores y preferencias de las personas relacionadas con la carne.

Finalmente, el panel se centró exclusivamente en los resultados de salud asociados con la carne y no consideró el bienestar animal y los problemas ambientales. En conjunto, estas observaciones justifican una recomendación débil para continuar los niveles actuales de consumo de carne roja y carne procesada, por supuesto respetando a la filosofía vegana y/o vegetariana.

 

 

 

 

Por: Alexandria Addesso

SHARE
RELATED POSTS
Nuestra Función Cognitiva
Afecta la Nutrición Nuestra Función Cognitiva
The multiple health benefits
Los Beneficios de la Semilla del Aguacate
Cómo Su Rutina Diaria Podría Salvarle la Vida

Comments are closed.