Muchas funciones corporales se ejecutan en un ciclo de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que se extiende a cómo se expresan los genes dentro de las células. Algunos genes se activan o desactivan en ciertos momentos del día o de la noche. La imagen es de dominio público.
Los ritmos de expresión génica en los cerebros de las personas con esquizofrenia están altamente alterados, acorde a un nuevo informe del estudio.
Muchas funciones corporales se ejecutan en un ciclo de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que se extiende a cómo se expresan los genes dentro de las células. Algunos genes se activan o desactivan en ciertos momentos del día o de la noche. La imagen es de dominio público.
Según un nuevo estudio dirigido por la Universidad de Pittsburgh, se indica que los ritmos en la expresión génica en el cerebro están altamente alterados en personas con esquizofrenia.
Los hallazgos, publicados por investigadores de la Facultad de Medicina de Pitt en la revista Nature Communications, también sugieren que los investigadores que estudian los genes relacionados con la esquizofrenia, en el cerebro, podrían haber perdido pistas importantes que ayudarían a comprender la enfermedad.
«Nuestro estudio muestra por primera vez que hay interrupciones significativas en el tiempo diario de cuando algunos genes se activan o desactivan, lo que tiene implicaciones sobre cómo entendemos la enfermedad a nivel molecular», dijo el autor principal Colleen McClung, PhD., profesor de psiquiatría en la Facultad de medicina de Pitt.
Muchas funciones corporales se ejecutan en un ciclo de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que se extiende a cómo se expresan los genes dentro de las células. Algunos genes se activan o desactivan en ciertos momentos del día o de la noche.
En este estudio, McClung y sus colegas analizaron los datos de expresión génica de la corteza prefrontal dorsolateral, una región del cerebro responsable de la cognición y la memoria, de 46 personas con esquizofrenia y 46 sujetos sanos, relacionados en sexo y edad. Los datos se obtuvieron del Common Mind Consortium, una asociación público-privada que ya ha curado un rico tejido cerebral y un banco de datos para estudiar los trastornos neuropsiquiátricos.
Al conocer el momento de la muerte, los investigadores pudieron usar un método estadístico para determinar los cambios en la ritmicidad de diferentes genes, los mismos que revelaron algunos patrones interesantes.
McClung explicó los hallazgos dibujando una analogía de la expresión génica con los electrodomésticos en una casa.
“En una casa normal, como un cerebro sano, digamos que las luces se encienden por la noche, pero el refrigerador necesita estar encendido todo el tiempo. Lo que vimos fue que, en un cerebro afectado por esquizofrenia, las luces están encendidas todo el día y el refrigerador se apaga por la noche”.
Esto es problemático, explica McClung, porque puede afectar el funcionamiento de las células. En sus muestras, los genes que ganaron ritmicidad estuvieron involucrados en cómo funcionan las mitocondrias, la central eléctrica de la célula, y aquellos que perdieron ritmicidad se vincularon con la inflamación.
Los resultados también tienen implicaciones para otros investigadores que estudian la genética de la esquizofrenia, según Marianne Seney, PhD., profesora asistente de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Pitt y primera autora del estudio. Al no considerar los ritmos circadianos, podrían perderse importantes hallazgos.
Cuando Seney y McClung compararon la expresión génica en cerebros de personas que murieron durante el día, los sujetos de control y la esquizofrenia no fueron diferentes, pero en aquellos que murieron por la noche, hubo diferencias importantes, ya que los genes que habían ganado ritmo habían alcanzado su punto de nivel más bajo durante la noche.
El investigador Seney alude a la analogía de la casa. «Si solo miramos para ver si el refrigerador estaba encendido durante el día, no veríamos ninguna diferencia, pero por la noche, si habría una».
Fuente: Universidad de Pittsburgh
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